Los profesionales del sector de la salud dental, tanto odontólogos/as como higienistas, utilizan herramientas específicas para cada tratamiento que ofrecen a sus pacientes, y por consiguiente, existen cuatro tipos de instrumental rotatorio dental destinados a uno o varios trabajos odontológicos. Estos equipos no sólo facilitan las técnicas de los profesionales, sino que a su vez mejoran y agilizan los resultados.
Con el transcurso del tiempo, la ingeniería detrás del desarrollo de los instrumentos dentales ha alcanzado niveles fascinantes. Hoy en día, es posible pulir, manipular o remover dientes de forma fácil y asertiva. Hasta principios del siglo pasado, los profesionales de la salud dental estaban limitados a utilizar instrumentos toscos, incómodos y ruidosos, que se accionaban manualmente mediante pedales y poleas para hacer girar las fresas del instrumento.
Hubo muchos intentos y fracasos con diferentes sistemas de impulsión, pero no fue hasta el año 1957 cuando la S.S. White company del Borden Airotor, introduce el primer torno de aire utilizado clínicamente con éxito que desarrollaba velocidades de 300 K.r.p.m sin usar engranajes, algo que definitivamente cambiaría el mercado para siempre.
El contrangulo, la turbina, la pieza recta y el micromotor son los protagonistas de esta lectura, está claro que todos juegan un papel muy importante dentro de una clínica dental, pero, ¿Cómo funcionan?, ¿para qué se utiliza cada uno?, ¿Qué los caracteriza y los diferencia de los demás?. Antes de aclarar estas interrogantes debemos saber que actualmente existen de manera popular dos sistemas para propulsar la fresa con la que se realizan los trabajos con este instrumental:
Mediante electricidad, a través de un micromotor, con velocidad analógica que pueden alcanzar hasta las 200.000 r.p.m. Esto lo hace muy versátil según sea el procedimiento y constantes, sin disminuir su resistencia, logrando así un gran rendimiento y precisión en los tratamientos. Otra ventaja de la impulsión eléctrica es que emiten menos vibraciones y son más silenciosos, lo que se traduce en menos estrés para el paciente.
La mayoría de los micromotores eléctricos actuales, vienen equipados con luz LED, agregando una ventaja adicional. Como desventaja, podemos acotar que al utilizar electricidad pueden llegar a calentar demasiado la cabeza de los instrumentos así como el propio micromotor, también su peso es mayor por lo que existe el riesgo de realizar presión excesiva sobre el diente.
Mediante aire comprimido, a través de un micromotor con el que se pueden alcanzar velocidades en torno a las 400.000 r.p.m, lo que deja como resultados cortes más rápidos y una considerable reducción del tiempo de trabajo. Su diseño es una ventaja a destacar ya que son más ligeros, y las cabezas de los instrumentos son por lo general de un tamaño más reducido, logrando que su manejo sea más sencillo y con mejor accesibilidad dentro de la boca de un paciente. Es importante resaltar que son equipos que sufren menos riesgo de dañarse, son más duraderos y las reparaciones son menos costosas que la de los equipos eléctricos.
Lastimosamente, no todo son ventajas ya que los equipos de aire comprimido emiten ruido y vibraciones mucho mayores que pueden resultar molestas para el paciente.
Ahora que conocemos los tipos de impulsión podemos profundizar en cada uno de los instrumentos rotatorios utilizados en un gabinete dental:
TURBINAS DENTALES.
Son los instrumentos rotatorios que alcanzan una mayor velocidad. Pueden alcanzar e incluso superar las 400.000 r.p.m, sin embargo, las velocidades de trabajo suelen ser inferiores, rodando las 350.000 r.p.m, pero con un torque bastante estable y de fácil manejo.
Debido a las altas velocidades que alcanzan los rotores en el cabezal de este instrumento, se generan elevadas temperaturas por fricción, por lo que es necesario refrigeración mediante sistemas de irrigación de aire y agua.
Las turbinas suelen emplearse para los tratamientos que resultan más rigurosos, como la eliminación de tejido más resistente en las piezas dentales, el tallado y las remociones en restauración de cavidades cariosas. También se suelen utilizar para la preparación de coronas, y el pulido sobrante de composite.
En la parte superior se encuentra el cabezal, donde va colocada la fresa, con varios tipos de sujeción según el fabricante. Dicho cabezal dispone de un hélice (rotor) impulsado por el aire para hacer girar la fresa, un botón trasero (tapa) para abrir la pinza de sujeción y luz de halógeno, si dispone de ella.
Los cuerpos de estos instrumentos cuentan con un diseño angulado, para lograr un acceso más sencillo a la boca del paciente, con zonas de superficies rugosas, lo cuál facilita su sujeción. En la parte inferior, se encuentran los conductos que se unen a la manguera del equipo o al acople según sea el modelo de la turbina para conectar el caudal de aire y el retorno del mismo. En este punto es importante saber que no todas las turbinas son compatibles con los sillones dentales, y viceversa, ya que pueden ser de tipo integrado (acople) o directo a la manguera del sillón.
Las conexiones de las turbinas a la manguera suelen utilizar principalmente dos sistemas:
Midwest, que dispone de cuatro agujeros o 6 agujeros, si la manguera tiene luz.
Borden, con dos agujeros o 3 agujeros, si la manguera tiene luz.
En ambos casos, los agujeros sirven como salidas para el aire y el agua (existen además, adaptadores para los terminales de la manguera del sillón dental que no sean idénticos al que se dispone).
CONTRA ÁNGULOS DENTALES.
Los contra ángulos son instrumentos enfocados a la limpieza de la superficie en profilaxis, para excavar caries de gran profundidad o pulir y acabar cualquier tipo de restauración. Por esta y otras razones, las velocidades de estos equipos son bastante menores a las de las turbinas, pero con ello también se consigue un torque más controlado y por lo tanto mayor fuerza inducida en la superficie que ataca la fresa. Su característica angulación hace que resulte mucho más favorable acceder a la boca del paciente.
Se dividen en dos partes principales:
La cabeza, donde el piñón inferior transmite el movimiento de rotación a la fresa, está a su vez se sujeta con la pinza accionada por el botón trasero (tapa) y luz de halógeno, si dispone de ella. Luego tenemos el mango, que contiene un piñón superior que engrana con el cabezal, y finalmente se encuentra la abertura para acoplar el micromotor encargado del movimiento.
Según sea la potencia de transmisión del micromotor a la cabeza, los contraángulos se suelen clasificar, para su distinción, con un anillo de color que los identifica:
Azul: Son instrumentos de transmisión directa (1:1) en los que la velocidad que generan los micromotores es idéntica a la que recibe la fresa, (normalmente 20.000 r.p.m). Entre otras utilidades destacan la eliminación de caries, el pulido a velocidad reducida y controlada y la colocación de espigas en la raíz.
Rojo: Son instrumentos de tipo multiplicador (1:5) en los que la velocidad que recibe la fresa es superior a la que genera el micromotor. Por ejemplo, si la velocidad brindada por el micromotor es de 20.000 r.p.m, la velocidad que alcanzará la fresa será 5 veces mayor, alrededor de las 100.000 r.p.m. Estos contra ángulos suelen utilizarse para tallado de metales, para realizar pulidos a una alta velocidad, cualquier trabajo de conformaciones de tipo cavitario.
Verde: Se conocen como contra ángulos de cirugía, son instrumentos reductores, en los que la velocidad se reduce del micromotor a la fresa:
En torno a cinco veces menos (5:1) y suelen pasar de generar unas 20.000 r.p.m. a unas 4.000 r.p.m. de salida, lo que resulta ideal para realizar cualquier tipo de trabajo más preciso en casos de odontología conservadora y endodoncias.
Alrededor de veinte veces menos (20:1), suelen pasar de generar unas 40.000 r.p.m. a unas 2.000 r.p.m. de salida, lo que supone una gran disminución de la temperatura por fricción, siendo idóneo para trabajos muy precisos cómo colocar implantes dentales o determinadas prácticas de tipo quirúrgico.
Estos últimos cuentan con un sistema de irrigación externo al cabezal, donde es posible conectar una tubería para irrigar agua durante los trabajos.
PIEZAS DE MANO.
Son instrumentos rotatorios cuyos mangos son rectos, lo que a pesar de limitar su acceso a la boca del paciente, resulta idóneo para cualquier retoque de prótesis dental. Disponen de un eje en su parte interna el cual transmite a la fresa dental la rotación del micromotor. Se componen de:
La cabeza, donde se colocan las fresas y pueden disponer de un sistema de irrigación externa y luz LED.
El cuerpo, de superficies rugosas que facilitan la sujeción del aparato y se conectan al equipo mediante una manguera.
La fresa dental que se utiliza en estos instrumentos son de una conexión especial, que no es compatible con las que se utilizan en las turbinas o los contra ángulos. Este tipo de fresa suele ser más larga y habitualmente de acero o de carburo de tungsteno.
MICROMOTORES.
Los micromotores son sistemas de velocidad reducida, que alcanzan como máximo 50.000 r.p.m. Por lo tanto, su utilidad está enfocada a trabajar en las zonas semiduras de los dientes, como las dentino-pulpares. Estos equipos se conectan a los sillones dentales a través de mangueras con conexiones variables. Sobre un micromotor podemos conectar un contra ángulo o una pieza de mano.
Existen dos tipos de micromotor:
Eléctrico: Estos equipos pueden variar su velocidad entre 50 y 40.000 r.p.m. Están fabricados en materiales como el titanio con el fin de reducir las altas temperaturas que genera la fricción. Además de esto, algunos disponen de iluminación LED, la cual transmiten a través de fibra óptica a los contra ángulos siempre y cuando cuenten con bombilla de halógeno. Estos equipos suelen ser los preferidos por excelencia entre muchos odontólogos, debido a que suelen ser más ligeros, menos ruidosos y mucho más versátiles por su velocidad regulable.
Neumático: Este tipo de micromotores impulsados por aire se destacan por ofrecer una mayor fuerza de arrastre y una grán vida útil. La mayoría de estos equipos cuentan con un regulador en la parte inferior, con el cual es posible aumentar o disminuir el caudal de aire que entra al rotor, y por ende, variar la velocidad progresivamente. También puede disponer de luz LED lo que ayuda a realizar trabajos con mejor visibilidad. Estos equipos suelen tener un menor coste que los eléctricos.
Sin duda, actualmente cualquier profesional del sector dental, tiene miles de opciones a elegir en lo que al instrumental rotatorio se refiere. Como en todos los mercados, existen primeras marcas como lo son NSK, Sirona, Bien Air, entre otras, respaldadas por una larga trayectoria en el mercado, buena reputación y equipos de primera calidad. Pero también existen otras muchas, con precios más asequibles.
En SP Integra, siempre vamos a apostar por ofrecerle al cliente la mejor calidad de equipos para que puedan obtener los mejores resultados, es por eso, que actualmente somos distribuidores autorizados de la cadena NSK Dental España en Islas Canarias, teniendo a la mano su amplia gama de productos a disposición de todos nuestros clientes. Nuestro departamento comercial cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector, brindando el mejor servicio de asesoramiento personalizado para que como cliente pueda optar por el equipamiento que más se ajuste a tus necesidades.
Nuestro S.A.T. se conforma de personal cualificado que tiene a su disposición un taller con todas las herramientas necesarias para diagnosticar y reparar tu instrumental rotatorio en tiempo récord, siempre respetando los estándares de calidad vigentes, las medidas sanitarias y siguiendo las instrucciones dictaminadas por cada fabricante. Contáctenos 922 97 17 80 | info@spintegra.es.