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compresores dentales

 

Los compresores dentales de aire son el motor de las clínicas. Gracias a él funcionan las turbinas y otros instrumentos, incluso los sillones dentales, sistemas de agua, etc. Pero, ¿Qué es un compresor de aire?, ¿Cómo funciona?, ¿Cuántos tipos hay?. A continuación le contamos cuál es su función, qué tipos existen y qué tener en cuenta a la hora de adquirir uno o sustituir el existente. ¡No pierdas detalle!

Los compresores dentales de aire son máquinas diseñadas para tomar el aire del ambiente, comprimirlo y almacenarlo dentro de un tanque llamado calderín y con ese aire, darle potencia a otras herramientas neumáticas o bien realizar múltiples tareas como hinchar neumáticos de coches y bicicletas, limpiar, pintar, o hacer funcionar el instrumental rotatorio de una clínica dental. Este tipo de máquinas se dividen en dos grandes grupos: compresores de desplazamiento positivo y compresores dinámicos.  Ambos grupos cuentan a su vez con tipo seco o lubricado.

Dentro de los compresores de desplazamiento positivo se encuentran los compresores scroll (de doble rotor), los compresores de tornillo rotativo (un solo rotor) y los compresores de pistón (o alternativos). Estos últimos serán en los que nos centraremos ya que son los más utilizados tanto en el sector industrial como médico.

Compresores de pistón: ¿Cómo funcionan?

Mediante el movimiento de válvulas y bielas, generalmente accionados por motores eléctricos, el aire entra en el cilindro por acción del vacío generado en el movimiento de bajada del pistón. Luego, en la fase de subida, una válvula antirretorno bloquea la entrada, el aire se comprime y es expulsado a través de la válvula de salida, hacia el calderín o tanque. Estos equipos constan desde un pistón, a varios en serie/paralelo.

Los compresores se utilizan en muchos campos (industria, automoción, etc.) pero los compresores para clínica dental tienen unas especificaciones únicas de higiene y calidad de aire producido, por lo que en clínica deben utilizarse únicamente compresores dentales. Pero, ¿por qué esto es así?, y ¿Cuáles son las principales diferencias entre compresores dentales y otros como los de industria/automoción?

  • Una de las principales características, y a la vez diferencia de los compresores dentales, es que para una clínica se necesita aire limpio y sin contaminaciones. Por esta razón, los compresores modernos para clínica dental son ya siempre compresores sin aceite o compresores en seco. Los compresores en seco deben tener una gran precisión en la fabricación. Esto, unido a que tienen sus cilindros y pistones revestidos de un material autolubricante, hace que no haya prácticamente desgaste y no se generen residuos que contaminen el aire comprimido.
  • La segunda característica y diferencia, es que los compresores dentales han de llevar un secador de aire con radiador, para evitar humedad o agua en el aire que se usa en los equipos y rotatorio, algo que no ocurre con los compresores industriales o automoción (salvo los usados para pintura). Al comprimir el aire, este se calienta portando más humedad que la relativa a temperatura  ambiente, de ahí, que el aire pase por un radiador para enfriarlo y posteriormente pase por un secador, que condensa la humedad, y expulsa el agua, antes de introducir el aire en el tanque presurizado.
  • El ruido, normalmente los compresores de aire industriales o de automoción son compresores con tanques de almacenamiento bastante grandes, y sus motores suelen ser bastante ruidosos, generando incluso sonido por encima de los 90 DB, y este sonido dura mucho, ya que los tanques suelen ser mayores a 200 litros de capacidad, con el tiempo que conlleva presurizar esos tanques. Los compresores dentales tienden a ser mucho más pequeños (tanques de 25 a 100 litros) con motores potentes (1,5 hp o más) y mucho más silenciosos, generando normalmente menos de 75 DB

Qué tener en cuenta para adquirir o sustituir un compresor en la clínica dental

De lo comentado anteriormente podemos concluir que un compresor para una clínica dental debe ser de sistema seco (libre de aceite) y con secador de aire, y de tipo pistón (tamaño más reducido) además de cumplir con la normativa vigente respecto a contaminación cruzada y filtros hepa, de cuya función puede obtener más información en nuestro blog de filtros bacteriológicos. Pero además, a la hora de elegir su compresor, debe tener en cuenta:

El caudal de aire

Es importante determinar correctamente qué caudal necesitaremos y esto dependerá de la cantidad de equipos que hay en la clínica que consuman aire (sillones, fresadoras, aeropulidores…)  y cuántos se van a usar en simultáneo.

Ejemplo: El compresor de Cattani de 1 cilindro (AC100 su nombre comercial) está diseñado para un solo sillón. Según su ficha técnica, el motor produce 67 l/min. Una turbina consume 45-50 l/min. Este caudal no es suficiente para alimentar dos turbinas a la vez por lo que tendríamos que elegir un compresor de más caudal. En este ejemplo, aunque parezca que el compresor cumple con los requerimientos de la turbina y no necesitemos dos turbinas simultáneamente, desde un punto de vista técnico es una relación muy ajustada que obligaría a la máquina a no detenerse y hay que tener en cuenta que el compresor debería trabajar 40-50 segundos y luego parar, hacer la purga de humedad y tras un par de minutos volver a arrancar. 

No respetar estos consumos y tiempos entre purgas puede generar humedad en los conductos de aire, con la posibilidad de dañar las turbinas y llevar al fracaso de todas las prestaciones que hacemos en boca con cementos, composites o adhesivos en general. También puede ocurrir que se sobrecalienten los rodamientos (la compresión de aire genera muchísimo calor) con consecuente fallo y rotura de la biela (el pistón). Debemos Existe también la normativa ISO 22595 sobre los cuartos de máquinas para las clínicas dentales que dice que para clínicas con menos de tres sillones los compresores tienen que cubrir el 100% de los consumos.

La ubicación

El equipo debe contar con una sala específica insonorizada, para evitar filtraciones de ruidos hacia el resto de la clínica. Si comparte sala con otros equipos, como motores de aspiración, han de estar separados uno de otro, al menos 1,5 metros,  para evitar al máximo una posible contaminación cruzada del aire expulsado por los motores de aspiración que puede absorber el compresor. 

Temperatura de la sala

Los compresores han sido concebidos para un funcionamiento en estancias secas y ventiladas, con una temperatura ambiente de +10 a +40 °C. Teniendo en cuenta que tanto los compresores y motores de aspiración generan calor cuando están en funcionamiento, si la sala es pequeña, hay que tener en cuenta extracción de aire en el techo, e incluso un Split de aire acondicionado, dado que la temperatura alta afecta a la condensación de agua en el tanque de almacenamiento, al rendimiento y limitan la vida útil del mismo.

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